Redacción/El Nacional
A esa conclusión llegaron los científicos de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda. Ellos afirman que los peces pueden llegar a refunfuñar, gruñir y hasta gritarse unos a otros a partir de una vejiga que emplean para nadar, según demuestran las grabaciones realizadas por estos expertos.
Un investigador marino explica que aunque todos los peces son capaces de oír no todos saben generar sonidos mediante la vibración de la vejiga natatoria, un músculo que pueden contraer.
Los peces hablan entre sí por diversas razones, por ejemplo lo hacen cuando quieren atraer a sus parejas, orientarse o asustar a sus depredadores.
El estudio consistió en colocar a los peces en un estanque, y tras semanas de adaptación, comenzaron a grabar sus sonidos. Los investigadores afirmaron que estaba 99% seguros de que se trataba de sonidos de peces, pero aún así eso nos lo hace estar satisfechos pues ahora buscan la manera de saber qué significado tienen sus sonidos.
Concretamente, Ghazali observó que la mayor parte de los bacalaos eran silenciosos pero muy ruidosos mientras estaban soltando sus huevos.
“La hipotesis consiste en que emplean estos sonidos como sincronización para la fertilización de los huevos. Después de la época de cría no volverás a oír esos sonidos”, ha añadido el científico, al tiempo que ha considerado que los depredadores podrían cazar y encontrar a sus presas mediante el habla de estos peces, según recoge en estudio publicado en el periódico New Zealand Herald.
