De este modo se reducen los casos de embarazos no deseados y, con ello, muchas parejas evitan enfrentarse a decisiones tan duras y difíciles como la de abortar. Pero, además, existen algunos anticonceptivos que cumplen una segunda función: la de protegen contra las enfermedades de transmisión sexual.
La mayoría de estos métodos se usan antes de las relaciones sexuales como la píldora, las inyecciones hormonales o el anillo vaginal, o durante las mismas, como es el caso del preservativo. No obstante, existe también la anticoncepción de urgencia, la píldora del día después, utilizada para aquellas situaciones en las que ha existido un coito desprotegido y existe riesgo de embarazo.
Sin embargo, la existencia de todos estos métodos no garantiza su eficacia sin una base educacional. Es decir, es fundamental que todo el mundo, especialmente los jóvenes, conozcan todos los tipos de anticonceptivos que tienen a su disposición, así como el adecuado modo de empleo de cada uno de ellos.