Tener un orgasmo no debería ser tan difícil pero, por desgracia, a muchas mujeres así les pasa. Algunos médicos han dado sus opiniones acerca del porqué de esta situación.
Una de las razones puede ser que estés tomando medicamentos que inhiben casi por completo la posibilidad de tener un orgasmo. Algunos medicamentos como los SSRI (contra la depresión y ansiedad) pueden hacer disminuir las hormonas sexuales del cuerpo.
Otra de las causas es que solamente tengas sexo convencional; el autor de The Psychology of Human Sexuality, Justin Lehmiller, afirma que tan solo el 50 por ciento de las mujeres son capaces de llegar al orgasmo solo con la penetración.
Por otro lado, muchas mujeres fingen orgasmos porque algunos hombres olvidan los “preliminares”, es decir, dejan de lado la seducción y las caricias y quieren ir directo a la acción.
Algunas mujeres gastan gran parte del tiempo en pensar en el riesgo de embarazo y las enfermedades de transmisión sexual durante las relaciones, además de si su pareja es o no bueno para ellas. Tanto estrés dificulta que las mujeres se relajen y disfruten del momento.
Otro punto importante es que la vagina tiene muchas partes diferentes y, generalmente, no se sabe todo sobre ella. La Dra. McDonald-Mosley dice que muchas mujeres ni siquiera saben cuándo algo les gusta y cuando no y como sugerencia, invita a probar diferentes cosas de forma individual para descubrir qué te gusta y qué no, y compartirlo con tu pareja.
Si estás cansada, nerviosa o frustrada debido a que no consigues alcanzar un orgasmo, estás creando un círculo vicioso. Según la doctora, esa presión acaba por conseguir el efecto contrario al deseado. Deberás intentar olvidarte de ello y tan solo disfrutar de la sensación.
El 40% de las mujeres no producen suficiente lubricante natural para practicar sexo. Según afirma la experta, aunque tu cuerpo se mantenga húmedo normalmente, a veces, el material de los preservativos, las hormonas y emociones, pueden sacudir todo eso y dejarte completamente seca. Es tan fácil como probar a utilizar un poquito de lubricante y verás cómo te ayuda a sentirte más cómoda y lista para el orgasmo.
Y la última opción, es menos habitual pero es posible, es que padezcas el síndrome de atrapamiento del nervio pudendo, que ocurre cuando el clítoris se queda atrapado entre la piel, haciendo que sea menos sensible. Si de verdad estás teniendo muchos problemas para llegar al orgasmo, haz que tu ginecólogo se asegure de que nada te está pasando.