Mónica De Robles y Shirly González/El Nacional
Una tradición del 2 de noviembre es burlarse de la muerte de una manera muy peculiar, los mexicanos acostumbran crear versos rimados que hablan sobre la partida de nuestros seres queridos, amigos o conocidos de manera irónica, llamadas “calaveritas”
Las calaveritas, parte del folclor mexicano enclavadas dentro de la tradición del Día de muertos, estas tienen su origen en el México Virreinal y han persistido hasta nuestros días como muestra importante de la cultura del país.
Escritas en forma de verso dedicado a los amigos, familiares o conocidos. Una de sus características principales es que constituye una oportunidad para expresar lo que se piensa acerca de otra apersona, espacios, funciones o cosas, régimen del pasado o presente.
Su redacción pretende ilustrar que la persona ya falleció, en forma de epitafio (texto que honra al difunto, normalmente inscrito en una lápida o placa sobre su tumba).
Esta forma de escritura se desarrolló desde el siglo XIX y cobró fuerza el siglo pasado, las calaveras comenzaron a ser censuradas por los gobiernos en turno debido a que una gran cantidad de ellas, servía de crítica a los funcionarios, ya que manifestaban inconformidad entre los gobernados.
Algunos intentaron hacer periodismo atrevido con ellas, dedicándolas a magistrados, maestros, poetas, militares, artistas y otros personajes, mismas que eran publicadas en hojas sueltas y difundidas cada 2 de noviembre.
Otro ejemplo de la burla popular es la “Catrina”, una calavera vestida con diferentes atuendos como muestra de la presencia de la muerte en todo lo cotidiano.
José Guadalupe Posada, es el artista con más reconocimiento por sus grabados e ilustraciones de calaveras: Villa, Zapata, don Quijote de la Mancha, entre otras son sus obras más reconocidas y es el creador de la Catrina.
Uno de los lugares en que la mayoría de la población celebra el día de muertos es en Michoacán, desde tiempo atrás es una tradición el acudir a panteones a recibir las almas de los familiares difuntos, se caracteriza por familias enteras pasan toda la madrugada en el panteón, decorando las tumbas y llevándoles ofrendas a los difuntos.
Durante toda la noche se hace sonar la campana colocada en la entrada del panteón para convocar a las almas a la gran ceremonia y en toda la isla se escuchan los cantos purépecha implorando por el descanso de las almas ausentes y la felicidad de los vivos. Participar en este evento ha sido un deber sagrado durante siglos para los habitantes.
Otra forma de celebrar y recordar a los muertos con gracia y tradición entre los mexicanos es el pan de muertos que estos días es muy común ver en las panaderías y tiendas de autoservicio
Dicho pan es redondo y adornado con “huesos” de la misma masa, lo que representa la vida y la muerte del ser humano y se remonta a la época de los sacrificios humanos.
Receta pan de muerto
1 kilo de harina.
30 gramos de levadura instantánea.
10 gramos de Maximix 40 (acelerador que se encuentra en cualquier tienda donde se venden ingredientes para panaderías). Opcional.
300 gramos de azúcar.
5 gramos de sal.
8 huevos.
100 gramos de mantequilla.
80 gramos de manteca vegetal.
200 mililitros de agua (1 taza).
Preparación:
Mezcla la harina con la levadura, forma una fuente y en el centro añade la sal, el azúcar y la mantequilla. Posteriormente, agrega poco a poco los huevos, mezclando a la perfección. Agrega agua y amasa de 30 a 40 minutos o 15 minutos en la batidora con el gancho especial.