Redacción/El Nacional
Después de que un barco de guerra estadounidense navegara cerca de las islas artificiales construidas por China en el archipiélago Spratly, la tensión entre Estados Unidos y Pekín volvió a elevarse.
Para China, esta acción “representa una amenaza en la soberanía y los intereses de seguridad, además de poner en peligro la seguridad del personal y las instalaciones del arrecife, daña la paz y la estabilidad emocional”, declaró Lu Kang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en Pekín.
El destructor USS Lassen entró en un área a 12 millas náuticas de distancia alrededor del arrecife Subi, en el archipiélago Spratly. Esta área es reclamada por China como límite territorial.
Durante su estadía en ese territorio, el USS Lassen fue supervisado, seguido y advertido por las fuerzas chinas.
Por su parte, el almirante Harry Harris Jr., jefe del Comando del Pacífico de Estados Unidos, ha dicho que el Mar de la China Meridional no pertenece más a China que lo que el Golfo de México pertenece a México.
El gobierno de Washington alega que no pueden ser aguas territoriales cuando los arrecifes estaban bajo el agua antes de ser rellenados y asegura que esta acción sucederá en forma periódica.