El color de los dientes puede indicarnos muchas cosas de lo que sucede en nuestro cuerpo.
Pueden ser amarillo oscuro (delata que fumamos o tomamos demasiado café), verdosos (excesiva exposición a metales), naranjas (por excesiva inhalación de ácido crómico), marrones (exposición excesiva a una solución de yodo, así como pasar mucho tiempo en piscinas tratadas con cloro), gris azulado (por tomar demasiada minociclina, un tipo de tetraciclina que se receta a menudo para tratar el acné y la artritis reumatoide), etc.