Mientras que al lugar arribaban elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones y de Fuerza Civil, los habitantes del lugar realizaron el llamado a las autoridades municipales para evitar algún altercado con los trabajadores, quienes denunciaron el presunto secuestro.Hasta el lugar llegó también José Alfredo Treviño, representante legal de Kansas City, quien dialogó con los ejidatarios representantes del lugar acerca de su exigencia del pago por el uso de sus tierras, las cuales aparecen como propiedad federal ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Treviño manifestó que ante el bloqueo se encontraban parados más de 40 trenes en diferentes puntos y que tenían como principal destino la zona sur de México y Estados Unidos.
Los afectados denunciaron también el robo de toneladas de tierras de sus propiedades, las cuales han sido excavadas por personal de Kansas City para posteriormente rellenar los vagones del tren y transportarla hacia otro lado.
A lo largo del conflicto, los ejidatarios, quienes en su mayoría se dedican a realizar artesanías, vender algunos productos o manejar ecotaxis, han tenido diferentes altercados con la empresa, entre ellos el arribo de hombres armados, quienes les sugieren que “dejen el tema por la paz”.
Los habitantes, quienes no se intimidaron, promovieron un amparo federal hace dos meses, pero este ha sido ignorado por la ferroviaria.
“Queremos que la autoridad federal nos respete, sobre todo darle el mensaje que los ejidatarios estamos cansados del abuso que está cometiendo Kansas. Son daños infinitos, han desgajado cerros. Si tienen la necesidad de trabajar que nos digan, aquí estamos abiertos a dialogar”, manifestó uno de los representantes del ejido Paso de Guadalupe.
Tras casi una hora de dialogo y no resolver el conflicto de intereses,José Alfredo Treviño sugirió a los afectados acudir este jueves al tribunal agrario para presentar otra denuncia frente a representantes legales de la empresa, pero los habitantes rechazaron el ofrecimiento.
Los ejidatarios acordaron reunirse en el salón ejidal a las 11:30 horas para poner un ultimátum a Kansas City, además de evitar movimiento en sus unidades, las cuales custodiaron durante toda la noche.