60 lenguas y dialectos corren el riesgo de desaparecer a causa de la globalización

Redacción/El Nacional

En el marco del Día Internacional de la Resistencia Indígena que se conmemora este 12 de octubre, la Confederación Nacional Campesina que preside el senador Manuel Cota Jiménez aseguró que las reformas estructurales hechas por el actual gobierno representan una alternativa para mejorar las condiciones de vida que padecen los pueblos nativos del país.

Asimismo,  la CNC informó que en los albores del siglo XXI México cuenta con más de 15 millones de personas indígenas que viven en 68 pueblos y hablan 60 lenguas y dialectos, en riesgo de desaparecer por culpa de la globalización.

Para la CNC, a pesar de los avances en materia jurídica y de la reforma constitucional federal de principios de la primera década del 2000, la legislación actual en materia indígena se considera insuficiente, por lo que llamó a trabajar de manera permanente para que se reconozca a los pueblos y comunidades indígenas como sujetos de derecho, con personalidad jurídica, con derechos territoriales y representación política.

El gobierno federal, los gobiernos estatales y municipales tienen que reconocer el derecho de los pueblos indígenas a la propiedad, el control y protección de su patrimonio cultural, artístico y religioso, tecnológico y científico; asimismo, destacó, los grupos indígenas tienen derecho a su propiedad intelectual y de la biodiversidad de los espacios que habitan.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), en México alrededor del 6 por ciento de niños y adolescentes hablantes de lenguas indígenas no asisten a la escuela. En salud, la mortalidad infantil de la población indígena es de casi 63 por ciento mayor que el índice de la población no indígena y los estados que presentan las mayores tasas de mortalidad infantil en grupos étnicos, son Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

Sin embargo, la CNC sostiene que la población indígena del país tiene la firme esperanza de que el actual gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto impulse programas, como la Cruzada Nacional contra el Hambre y otros, para restituir las condiciones de desarrollo social y económico, cultural y de derechos jurídicos a los que tienen derecho los indígenas.

Tan es así, indicó, que el gobierno federal realiza esfuerzos para disminuir el rezago en las zonas indígenas del país, donde todavía falta por hacer en materia de agua potable, drenaje y electricidad en 3 mil 250 localidades de hasta 100 habitantes, lo que permitirá beneficios para más de dos millones de habitantes.

Para la CNC, existe una deuda histórica con las poblaciones indígenas que tiene derecho a una vida digna y al respeto a sus culturas, pues representan el origen de nuestro país y de acuerdo con el CONEVAL, el 70 por ciento de estas comunidades aún enfrentan condiciones de pobreza, situación que ha sido reconocida por el presidente Enrique Peña Nieto.

Prueba de ello es que a través de distintos programas actualmente se apoya a los pueblos originarios con una inversión superior a los 80 mil millones de pesos; y que la  Cruzada Nacional contra el Hambre se aplica en más de mil municipios, casi 50 % de ellos indígenas, donde se atiende a 1.5 millones de familias.

En un análisis sobre los pueblos indios, la CNC recordó que en el Congreso de la Unión se trabaja para redoblar acciones en beneficio de las comunidades indígenas como son la creación de zonas de desarrollo económico en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, en donde se espera que llegue más inversión privada para detonar la generación de empleos bien pagados.