Redacción/ El Nacional
A su modo de pensar, el nuevo gobernador de Nuevo León, Jaime Rodíguez Calderón mostró su compromiso con el cambio, empezando por retirar la “exagerada” (para él) seguridad del Palacio de Gobierno.
Antes de comenzar un evento ayer por la mañana, el independiente le pidió a su equipo de seguridad quitaran las vallas y los arcos metálicos.
“Ahora todo estará abierto, ya quitamos mucho de lo que había. Yo confío en la gente”, aseguró El Bronco.
Cabe mencionar que durante la administración de Rodrigo Medina, no se les permitía el paso a ninguna personas hasta que fueran revisadas por la seguridad, además tenían que pasar por los detectores de metales y los aparatos de Rayos X.
Sin embargo, la cantidad de elementos de la Guardia Institucional, que resguardan el lugar disminuyó ayer, informando que no se impedirá el paso a los ciudadanos.
“Si alguien quiere venir a hacerme daño, ni modo. Este Palacio se abrirá, nunca debió haberse cerrado porque es la casa del pueblo”, destacó.
Así mismo, otro cambio que marcó fue que el “Naticarril”, por donde llega el Mandatario Estatal, no estuvo cerrado, ni lució con la presencia de custodios que acostumbra.
También el ahora ex gobernador Medina, tenía asegurado con vallas en la totalidad de su perímetro, pero Rodríguez Calderón indicó que ahora se atenderá cada protesta que llegue al Palacio para conocer sus inconformidades.