Redacción/ El Nacional
El Pontífice Francisco arribó ayer a la Casa Blanca para encontrarse con Barack Obama, presidente de Estados Unidos y hablar sobre la situación de los refugiados e inmigrantes.
“Usted nos recuerda que ‘el mensaje más poderoso del Señor’ es la misericordia. Eso significa dar la bienvenida al extranjero con empatía y el corazón verdaderamente abierto”, se dirigió el mandatario presidencial hacia el Papa.
En la ceremonia oficial de bienvenida para su santidad asistieron unas 15 mil personas y escuchar el breve discurso donde Obama recalcó que el tema de los inmigrantes va desde “Los refugiados que escapan de tierras en guerra, a los inmigrantes que dejan sus casas en busca de una vida mejor”.
“Significa que hay que enseñar compasión y amor por los marginados, a aquellos que sufren y a aquellos que buscan la redención.
“Usted nos recuerda que a los ojos de Dios nuestra medida como individuos y como sociedad no está determinada por la riqueza, el poder o la celebridad, sino por lo bien que aplicamos el llamado de las Escrituras a elevar al pobre y al marginado”, añadió.
El mensaje del Pontífice de solidaridad con el inmigrante y a favor de una mejor redistribución de la riqueza, es un espaldarazo para Obama, quien ha visto cómo el Congreso de EU, dominado por los republicanos, se resistía a cualquier medida en esa dirección.