El tifón Etau, se ha convertido ya en ciclón extra tropical (tormenta de baja presión atmosférica), activó el nivel máximo de alerta en las prefecturas japonesas de Ibaraki y Tochigi (al este de la isla principal de Honshu) debido a las lluvias torrenciales, inundaciones y corrimientos de tierra.
En las zonas más afectadas, las precipitaciones han superado en sólo 24 horas el doble de la cantidad habitual en todo el mes de septiembre, lo que ha causado copiosas inundaciones y desalojos masivos en varias localidades.
El último parte de los bomberos confirmó un desaparecido, tres heridos y un total de 982 viviendas dañadas o inundadas, mientras que rebajó a 79.000 el número de evacuados aunque la recomendación de desalojo llegaba en ese momento hasta las 863.000 personas.
La mayor parte de la atención se centró hoy en la localidad de Joso (prefectura de Ibaraki, a unos 55 kilómetros al noroeste de Tokio), donde el desborde del río Kinugawa provocó la inundación de un área de 37 kilómetros cuadrados.
La súbita crecida del río dejó atrapados a casi un centenar de personas, que tuvieron que ser rescatados por más de una decena de helicópteros y los servicios de emergencia en una espectacular operación retransmitida en directo durante horas por los canales del país.