Agencia/El Nacional

Tras agredir con patadas y zancadillas a los refugiados que huían del punto de reunión de Röszke, junto a la frontera con Serbia, la reportera Petra László, fue despedida por la emisora privada húngara N1 y podría enfrentar un proceso penal.

Al difundirse los videos en redes sociales, la comunicóloga, causó indignación mundial al aparecer agrediendo a un padre que llevaba a su hijo en brazos, cuando un grupo de refugiados huía del punto de reunión después de haber pasado allí la noche en condiciones precarias.

La Coalición Democrática del ex primer ministro socialdemócrata Ferenc Gyurcsány anunció en un comunicado que el partido “denunciará a la reportera por agredir a refugiados”.

Según afirma el diario británico ‘The Guardian’, la periodista podría pagar hasta cinco años de prisión si es condenada.

László ha reconocido su acción, pero no ha querido dar explicaciones y no ha pedido perdón, informó este miércoles N1. La empresa aseguró que la reportera “reconoció su acción, aunque no pudo dar explicaciones” sobre su comportamiento.

El partido de extrema derecha Jobbik impulsó en el Parlamento de Hungría la semana pasada un paquete de leyes que entrarán en vigor el 15 de septiembre y contempla penas de hasta cinco años de cárcel por el cruce ilegal de sus fronteras.

El incidente se da justo cuando arrecian las críticas a Hungría por las malas condiciones de acogida a los inmigrantes, en medio del éxodo de los refugiados de Oriente Medio hacia Alemania.

En el punto de reunión de Röszke, en los días anteriores se produjeron intentos de fuga y protestas por parte de los refugiados, que se quejan de esperar mucho, algunos incluso al raso. (Lea también: Del dolor del exilio a la desesperación por trámite de asilo)

Este punto es a donde llegan primero los refugiados que cruzan la frontera y donde tienen que esperar horas y noches enteras antes de ser trasladados a los centros de registro, la Policía húngara llegó a usar gases lacrimógenos contra los refugiados, cuando querían huir, informó la prensa local.

Las autoridades húngaras han interceptado en lo que va de año a más de 167 mil personas que cruzaron de forma ilegal la frontera, según datos de la Policía.