Redacción /El Nacional
Un estudio realizado en Estados Unidos, que analiza el interés de los conductores por las nuevas funciones de la computadora de a bordo que incorporan los vehículos más avanzados, encontró que 20 por ciento de los 4200 pilotos consultados no usó 16 de los 33 funciones tecnológicas que consultó la encuesta.
Un 35 por ciento no usó el sistema que ayuda a estacionar; un 38 por ciento ignora el servicio de mapas que viene integrado; muchos se declararon en contra de incorporar en el auto elementos como Car Play o Android Auto.
En muchos casos, parte de las herramientas del auto (sobre todo, las de entretenimiento) ya están presentes en el teléfono, y los usuarios prefieren esas aplicaciones, vinculándose a la computadora del auto sólo para acceder a los parlantes.
También, una fuerte discusión por la complejidad en el manejo que muchos de estos servicios requiere, y por encontrar una justificación en la inclusión de algunas funciones, llamativas pero no necesariamente útiles, por lo que la curva de aprendizaje que requieren les quita interés.
Otras funciones son más bienvenidas precisamente porque no requieren configuración o un uso consciente.
La incógnita está en si esto es algo solamente cultural o generacional, y en qué sucederá cuando eventualmente comiencen a funcionar en forma masiva los vehículos autónomos, que liberarán -en los pronósticos más positivos- al conductor y le permitirán focalizarse en otra cosa que no sea manejar.