Redacción/El Nacional
Se cumplen exactamente once meses de la desaparición de los cuarenta y tres estudiantes normalistas de Ayotzinapa, desde aquel día en que comenzó la angustia para los padres de estos jóvenes, quienes decidieron buscar por su propia cuenta lo que las autoridades pospusieron por mucho tiempo.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos dará el informe final sobre la investigación realizada por las autoridades federales, se contempla dar a conocer dicho informe en unos cuántos días.
Sin embargo hay muchas posibles reacciones por parte de los padres de los estudiantes ante el informe, esto, debido a que no hay resultados concretos, sólo divagaciones y datos incompletos.
Principalmente, se recuerda que en algún punto del área donde fueron secuestrados algunos de los estudiantes se pudieron grabar algunos momentos del atentado, sin embargo cuando autoridades presuntamente solicitaron el material, este ya no existía y se debió de haber destruido porque nunca apareció.
El hecho de que pruebas hayan desaparecido es un acto completamente reprobado y no deja más que entender el nivel de corrupción y la intromisión de la delincuencia entre las autoridades.
Entre otros de los momentos borrosos de la investigación se debe dar respuesta al incidente que tuvieron con prendas de ropa que los familiares brindaron para que fueran analizadas, dicha ropa no pudo ser utilizada por no haberse guardado de la manera indicada y se adicionó a la lista de pruebas perdidas.
Se espera que en el informe que se brindará puedan esclarecerse estos puntos que son de mucha importancia, pues la información perdida podría considerarse como piezas clave de la investigación, mismas que fueron desechadas.
