José Luis Garay/El Nacional
Lo que para muchos pudiera ser un trabajo difícil y hasta poco atractivo, para el Señor Esteban Salguero es cosa de todos los días él se desempeña en el municipio de Escobedo como empleado del panteón municipal la divina Trinidad, encargado de enterrar a los muertos o como otros los conocen panteonero
Originario de San Martin Chalchicuautla comunidad enclavado en la Huasteca potosina, el señor Salguero llego a Nuevo León hace aproximadamente 20 años y aunque al principio se desempeñó como trabajador en una peletería de la localidad, actualmente ya cuenta con 18 años de llegar todos los días hasta este camposanto dispuesto a brindar la atención requerida sin distinción de rango social o económico. Todos son tratados con el respeto que la ocasión amerita.
“Nosotros estamos dándole servicio a toda la comunidad aquí no hay ricos no hay pobres a todos les damos el servicio por igual como selo merecen, porque ellos vienen con un dolor y hay que atenderlos como selo merecen Yo tengo ahorita 18 años trabajando llegue aquí recomendado por una persona que es contador que se llama Rubén Rivera Villarreal”, señaló el señor Salguero
El panteonero agregó que los meses de más actividad son diciembre por los accidentes además de enero y febrero en los que la mayoría es gente de la tercera edad y bebes, esto a consecuencia de los cambios bruscos en el clima.
Entre diversas actividades Don Esteban tiene a su cargo el cuidado y la seguridad del cementerio por lo que cualquier irregularidad es reportada inmediatamente a sus supriores quienes le dan puntual seguimiento ya sea de mantenimiento o reparaciones necesarias.
Al cuestionarlo sobre las leyendas de fantasmas y aparecidos dijo que aunque en ocasiones han tenido que trabajar hasta tarde, jamás han observado nada anormal.
“Hasta ahorita nunca hemos visto nada anormal a nuestro trabajo, hemos trabajado a veces cuando se requiere por necesidad, hasta las diez once de la noche y en realidad jamás hemos visto nada”, concluyó.