Con Amenaza en el aire, Mel Gibson regresa al mundo de la dirección con una película que desafía las expectativas desde el primer minuto.

Este thriller de aventura, suspenso y comedia ácida no solo pone a prueba la capacidad de mantener la tensión en una trama de ritmo constante, sino que también ofrece una actuación destacada de Mark Wahlberg, quien sorprende con una faceta más oscura y compleja de su talento actoral.

La historia se despliega en un único escenario, un recurso que, lejos de hacerla monótona, la mantiene ágil y atrapante durante su hora y media de duración. El filme empieza con una secuencia intrigante, donde conocemos a Winston (interpretado por Topher Grace), un supuesto criminal que debe ser capturado por la oficial Harris, un personaje con un pasado oscuro interpretado por Michelle Dockery. A simple vista, Winston parece un fugitivo fácil de atrapar, pero a medida que la trama avanza, se revelan nuevas capas de misterio y tensión, llevando a los espectadores por un camino inesperado.

Mark Wahlberg, quien da vida a un personaje lleno de maldad y resentimiento, logra transmitir una presencia inquietante en cada escena, demostrando su capacidad para interpretar roles complejos y oscuros. Su desempeño es una de las piezas clave para que la película mantenga su intensidad.

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En resumen, Amenaza en el aire es una película de suspenso emocionante, con una dirección sólida. Mel Gibson demuestra que sabe manejar la tensión y la complejidad de los personajes, mientras que Mark Wahlberg ofrece una actuación que va más allá de lo esperado, mostrando una faceta mucho más profunda y siniestra. Sin duda, una cinta que mantendrá a los espectadores al borde de sus asientos hasta el final.

Carey González/El Nacional