Luego de varias décadas de trayectoria, El Hijo del Santo se despidió de Sultana del Norte la tarde del 13 de octubre en la Arena Monterrey con un torneo de dinastías.
Previo al espectáculo deportivo, famílias completas, amigos y aficionados de la lucha libre vestían sus máscaras de luchadores iconicos además de traer consigo una vibra 100% familiar y deportiva.
El arranque tuvo inicio a las 17:30 horas cuando los luchadores locales, Redimido y Kratoz encendieron el ring con llaves y maniobras aéreas. En esta primera lucha, el luchador técnico (Redimido) se llevó el combate.
El poder femenino se hizo presente en la segunda lucha con Lady Apache, Julissa y Valentina enfrentándose a Keira, Hija de Fuerza Guerrera y Vanilla Vargas. Las luchadoras demostraron su talento y coraje, ofreciendo un espectáculo lleno de acrobacias y llaves impactantes. La victoria fue para la esquina ruda, tras la descalificación de Lady Apache.
La lucha semifinal fue una batalla de relevos australianos en la que el Hijo de Fishman, L.A. Park Jr. y Desalmado Ibarra se enfrentaron a Hijo de Máscara Sagrada Jr., Ciclón Ramírez Jr. y Halcón Suriano. El equipo rudo tomó la delantera ganando la primera caída y, aunque los técnicos lograron igualar la contienda, los rudos se llevaron la victoria definitiva.
El plato fuerte de la noche llegó con el Torneo de Dinastías, donde El Hijo del Santo y Santo Jr. se enfrentaron a Dr. Wagner Jr. e Hijo de Silver King en un combate lleno de emoción y nostalgia. Los plateados se alzaron con el trofeo tras una feroz batalla.
Al final del encuentro, Dr. Wagner Jr. lanzó un reto a El Hijo del Santo para una lucha de apuestas, la cual fue aceptada por el plateado, proponiendo Torreón como escenario para el próximo enfrentamiento.
Para el cierre, la dinastía plateada celebró junto a su público regiomontano su última lucha, donde niños, jóvenes y adultos disfrutaron de este evento único.
Redacción/El Nacional