En un giro inesperado y preocupante, la promesa del acueducto El Cuchillo II de duplicar el suministro de agua a la región ha quedado en entredicho. Desde hace más de 48 horas, miles de familias en Cadereyta Jiménez se encuentran sin acceso al agua potable, sumergiéndose en una crisis que podría tener repercusiones serias para la salud pública.

La situación es crítica ya que los residentes, que ya enfrentan el desabasto de agua, ven cómo la falta del recurso vital convierte sus hogares en focos de insalubridad. 

“No hay manera de mantener la higiene. La desesperación está a la orden del día”, declara una vecina, reflejando el estado de angustia que hay en la comunidad.

Los ciudadanos han alzado la voz, exigiendo un comunicado inmediato del gobernador Samuel García y de Agua y Drenaje de Monterrey. “Necesitamos respuestas claras y un plan de acción. No podemos esperar más”, señala un líder comunitario.

La crisis de agua en Cadereyta Jiménez es un llamado de atención urgente sobre la necesidad de gestionar adecuadamente los recursos hídricos y garantizar el acceso al agua potable para todos. Mientras la población enfrenta este desafío, la presión recae sobre las autoridades para actuar y restaurar la esperanza en una solución viable.