La controversia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) parece interminable, con exdirigentes priistas decididos a evitar que Alejandro Moreno se reelija por dos periodos adicionales.
Tres exlíderes del PRI, Dulce María Sauri, Enrique Ochoa Reza y Pedro Joaquín Coldwell, han impugnado ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la XXIV Asamblea Nacional del PRI.
Su objetivo es declarar inválida la asamblea y los cambios estatutarios impuestos por el actual dirigente. Con el respaldo de Manlio Fabio Beltrones, senador electo del PRI, Sauri Riancho, Ochoa Reza y Coldwell afirmaron que la Asamblea Nacional Ordinaria del PRI, celebrada el pasado 7 de julio, se realizó “de manera ilegal y contraria a los estatutos de nuestro partido”.
En dicha asamblea se aprobaron reformas significativas a los estatutos, la declaración de principios, el programa de acción y el código de ética partidaria.
El TEPJF tendrá que examinar detenidamente el caso, ya que, según fuentes internas del órgano judicial, en 2023 se permitió a Alejandro Moreno extender su mandato, pero no se le autorizó la reelección, y menos por un periodo tan largo. Con las actuales impugnaciones, el caso deberá ser analizado minuciosamente para aprobarlo o, en el peor de los casos, rechazarlo.
Paralelamente, pocas horas después de que los expresidentes nacionales del PRI presentaran la impugnación contra la reforma que permitiría la reelección de Alejandro Moreno, “Alito”, priistas descontentos convocaron a toda la militancia del país a unirse para “dar la batalla política y jurídica”.
Dulce María Sauri fue la encargada de difundir la convocatoria del Frente Amplio de Renovación, una corriente interna del PRI que la semana pasada emitió un pronunciamiento de 267 priistas en contra del intento de reelección de “Alito”.