El presidente Andrés Manuel López Obrador ha ordenado una investigación sobre la adjudicación de un contrato por 647 millones de pesos que realizó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con la empresa 3PM Proyectos Civiles y Arquitectónicos.
Los accionistas de esta compañía están vinculados a una red de empresas señaladas de ser factureras, involucradas en presuntos fraudes millonarios.
Por lo que el proyecto en cuestión forma parte del nuevo trazo del tren que va de Guaymas a Nogales, Sonora, cuyo objetivo es desviar las vías del ferrocarril fuera de la ciudad fronteriza de Nogales, “Todo lo vamos a investigar, todo se atiende, contra quien sea; si hay pruebas y si hay delitos, se hace una investigación”, afirmó López Obrador en su conferencia de prensa.
La semana pasada se reveló que la Sedena otorgó el contrato a 3PM, una compañía creada en 2020, durante el actual gobierno.
Los accionistas de 3PM, Mario Israel Haro Amador, Alfonso Arturo Laborín Márquez, Gustavo Isaías Salazar Serrano y José Luis Villegas Ramos, han fundado otras empresas que han defraudado al Congreso de Sonora y al ayuntamiento de Empalme. Estas empresas intercambian socios, traspasan acciones y cambian de puesto frecuentemente sin motivo aparente
El contrato fue asignado sin una licitación pública abierta y mediante una invitación restringida a al menos tres personas.
El proyecto consiste en la construcción de seis puentes en un tramo serrano entre Ímuris y Santa Cruz, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, ha mencionado que la modernización del puerto de Guaymas incrementará el flujo ferroviario de cuatro a treinta trenes diarios, lo que colapsaría Nogales si las vías no se sacan del centro.
En su justificación, el presidente López Obrador afirmó que la denuncia podría estar influenciada por el contexto electoral. “Sí, y sale por el calor ahora, hay mucho, y se ponen nerviosos, se enojan y denuncian más o calumnian más, en fin, pero todo está permitido, somos libres”, dijo.
Obrador ha confiado en las Fuerzas Armadas para ejecutar varios megaproyectos de su administración, como los trenes Interoceánico, Maya, y el desvío de las vías ferroviarias de Nogales, argumentando que los militares son más honestos que los civiles.