Saw podría ser considerada la franquicia de horror y violencia más longeva de la historia; con miles de fans en todo el mundo, casi 20 años de películas y, sobre todo, sus giros de tuerca característicos al final de cada entrega.
Esta semana finalmente llega a las pantallas de cine ‘Saw X‘ a casi 19 años del estreno de la primera cinta.
La cinta está protagonizada de nueva cuenta por el icónico Tobin Bell y bebe mucho de lo que han convertido a sus antecesoras (algunas mejores que otras) en inolvidables clásicos para los amantes del ‘gore’ y la violencia gráfica.
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Aquí hay trampas mortales que pondrán a prueba a un grupo de estafadores que luego de jugar con la vida de John Kramer haciéndole creer que han removido un tumor que el famoso ‘Jigsaw’ tiene en el cerebro, ahora tendrán que jugar para salvar sus propias vidas.
En gran medida la esencia de Saw reside en la capacidad de sus escritores para mostrarnos estos artilugios mortales con los cuales las víctimas de ‘Jigsaw’ se ejercen dolor, pero también en contarnos una historia que haga sentido con lo que está ocurriendo, aquí pasa lo mismo.
Sin embargo, hay un cambio considerable y notorio, al jugar como una precuela, podemos conocer más a John Kramer, indagando en cómo funciona para él la moral y cuáles son, incluso, sus miedos más profundos.
Gran parte de lo que hace a Saw X una cinta disfrutable y que seguramente será del agrado de muchos fans, es que sabe cuál es su juego y su fórmula, por lo que en repetidas ocasiones aprovecha para utilizar la comedia negra, resultando 100% efectiva para los seguidores de hueso colorado.
Como bien mencionaba Tobin Bell en una entrevista reciente; “el valor de una buena película recae en el guion” una declaración que resulta ser completamente cierta al momento de apreciar “Saw X” en la gran pantalla.