Las autoridades del estado de Nuevo León han comenzado a podar y retirar la vegetación que ha crecido dentro del Rio Santa Catarina.
Esta acción se realiza como medida preventiva ante posibles inundaciones y desbordamientos durante fuertes lluvias o tormentas tropicales. Sin embargo, algunos ambientalistas argumentan que la eliminación de la vegetación puede ser contraproducente para el equilibrio del ecosistema y puede aumentar el riesgo de inundaciones.
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El proyecto, que cuenta con un estudio de impacto ambiental y fue aprobado a nivel federal, tiene un costo aproximado de 100 millones de pesos. Se espera que las labores de remoción de la vegetación comiencen pronto en las zonas identificadas como de alto riesgo.
Mientras algunos expertos apoyan la limpieza del río por motivos de seguridad, otros consideran que la vegetación es fundamental para el ecosistema y sostienen que el enfoque debería ser conservar su integridad.
