El pasado martes, iglesias catóticas sonaron sus campanas durante un minuto en memoria de los sacerdotes jesuitas asesinados hace un año en Chihuahua.
La Conferencia del Episcopado Mexicano organizó una serie de actividades para recordar a las víctimas de violencia en el país. Se celebraron misas especiales y se pidió a los fieles que recordaran y oraran por todas las personas afectadas por la violencia.
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También se llevaron a cabo tres misas en honor a los jesuitas asesinados en Cerocahui, Chihuahua. La jornada en memoria concluyó con una procesión en silencio hacia la cruz de clavos. Los sacerdotes fueron asesinados mientras intentaban proteger a un guía de turistas en la iglesia de Cerocahui.