Oceanix Busan es un prototipo de ciudad flotante que se adapta al nivel del mar para refugiados climáticos que Corea del Sur quiere terminar antes de 2030.
El objetivo de esta ciudad flotante es la adaptación al nivel del mar, nivel que en 140 años ha aumentado un total de 20 centímetros. El 90% de las megaciudades del mundo son vulnerables a este aumento. Y con el paso del tiempo este número irá aumentando, ya que entre 1993 y 2015 el riesgo de inundaciones costeras aumentó en un 50%.
Ahora, dentro de la ciudad flotante se planea estudiar las tecnologías que pueden ser implementadas en ciudades costeras con escasez de suelo.
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El proyecto contaría con una población de 900 habitantes, de los cuales, 300 serán parte de un estudio para determinar si la ciudad flotante es habitable y sostenible. Desde el consumo de recursos hasta el desperdicio de recursos, e incluso la reciclabilidad de estos entrarán en el estudio. En caso de que los resultados sean positivos la ciudad podría crecer para albergar hasta 10,000 habitantes.
El proyecto tiene una ubicación ventajosa, ya que estará cerca de la ciudad, pero en aguas relativamente profundas. Este se llevará a cabo por una colaboración entre el Bjarke Ingels Group (BIG), el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat), Grupo Samsung y Oceanix.