Las fuertes lluvias siguen azotando el país asiático, superado cuatro veces el promedio después de 30 años.
Pakistán está al borde de ser uno de los países con peores catástrofes por inundaciones.
Más de más de 33 millones de pakistaníes se han visto gravemente afectadas por el fenómeno natural y ha causado daños a más de un millón de viviendas.
Las agencias humanitarias advirtieron que las inundaciones siguen prolongando el aumento de muertes.
El número acumulado de muertes desde el 14 de junio aumentó a 1.282, entre ellas un tercio son niños, informó la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres del país.
El sábado hubo otras 57 muertes, 25 de ellas menores de edad.
En estas últimas 24 horas se han registrado al menos 26 muertes y once personas han resultado heridas.
Según imágenes satelitales de la Agencia Espacial Europea, más de un tercio de Pakistán quedó bajo el agua.
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Debido a las crecidas, un total de 80 distritos han sido declarados como zona catastrófica, entre ellos 31 en Baluchistán, 23 en Sindh, 17 en Jíber Pajtunjua, seis en Gilgit-Baltistán y tres en Punyab.
La Unicef afirmó que, las inundaciones también dañaron y destruyeron 17.566 escuelas en todo el país, lo que aún pone más en peligro la educación.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) destinó 160 millones de dólares a la crisis humanitaria.
El Organismo Internacional proporcionó más de 71.000 artículos de ayuda de emergencia a las aldeas de refugiados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que las inundaciones provocan riesgos para la salud, enfermedades infecciosas en relación con el agua, como el cólera y las fiebres tifoideas.
Se han notificado 134.000 casos de diarrea y 44.000 de malaria en la provincia de Sindh.
Azra Pechuho, ministra de Sanidad en Pakistán, señaló que hay 47.000 mujeres embarazadas en los campos de acogida de desplazados de la provincia.