Padecer de hígado graso o sufrir cierta molestia, malas digestiones o un cansancio muy acusado, son realidades que nos obligan a seguir dietas de desintoxicación y de reconstitución del hígado.
– Nutrientes esenciales para mantener un hígado sano
1. La vitamina B presente en los granos enteros y las verduras crucíferas: Los granos enteros sirven al hígado para depurar toxinas y fortalecer sus células hepáticas. Tales como: Quinoa, trigo sarraceno, mijo y avena.
2. La vitamina C: Nos auxilian a depurar el organismo y, a su vez, a que el hígado se estimule beneficiando la producción de bilis y enzimas capaces de regenerarlo y fortalecerlo.
3. Las nueces y los aguacates: Son ricos en grasas saludables que son indispensables para favorecer su limpieza y fortalecerlo gracias a sus nutrientes. Las nueces son un alimento que permite al hígado poder desintoxicar el amoniaco.
4. La clorofila: Ayuda a recuperar hígados dañados. Es básica para poder sintetizar vitamina D, para fijar el hierro en nuestra sangre y para auxiliar no solo nuestra salud hepática, sino para mantener unos intestinos sanos y limpios, libres de toxinas.
En la Fundación canadiense para la salud hepática nos indican que el ejercicio regular es imprescindible para conseguir un hígado sano, limpio y fuerte. Puedes realizar las siguientes actividades: caminar, nadar, ir en bici, correr, bailar, hacer aeróbic.