Redacción/El Nacional
Francia se ha convertido en el primer país en utilizar una prótesis hecha con la ayuda de una impresora de tres dimensiones (3D) al dar la oportunidad de dar una mano a un niño de 6 años que nació sin ella.
El menor, de nombre Maxence, recibió la prótesis que tuvo un costo de elaboración de solamente unas decenas de euros, pero para los padres, no tuvo ningún costo; sin embargo, para obtenerla tuvieron que pasar por una red filantrópica estadounidense.
La mano ortopédica fue hecha con el material similar al que se utiliza para los juguetes Lego.
La madre del beneficiado explicó que exactamente no es una prótesis médica, ya que no tiene nada de las tecnologías de las últimas prótesis eléctricas, sino que es una que solamente funciona en la parte móvil del brazo del menor.
El menor podrá abrir y cerrar su mano implantada, logrará abrir y cerrar los dedos, pero trabajos complejos como el atarse las agujetas de los zapatos no le será posible.
Implantes de este tipo se han realizado en otros países como Inglaterra y Bélgica.