Fieles palestinos se enfrentaron ayer con la policía israelí en el complejo de la mezquita Al-Aqsa, sagrado para musulmanes y judíos, con un saldo de 205 heridos al intensificarse en Jerusalén la violencia que comenzó hace semanas y que ha repercutido en toda la región.
El servicio de emergencia de la Media Luna Roja palestina señaló que de los 205 lesionados en enfrentamientos con la policía en la mezquita y otros lugares de Jerusalén al menos 83 requirieron hospitalización. La mayoría sufrió heridas en la cara y los ojos por balas de goma y esquirlas de las granadas de aturdimiento, agregó. Israel indicó que seis policías resultaron heridos.
Horas antes, tropas israelíes mataron a tiros a dos palestinos e hirieron a un tercero después de que los hombres abrieron fuego contra una base de la Policía Fronteriza, una fuerza paramilitar de Israel en la Cisjordania ocupada, la más reciente de una serie de cruentas confrontaciones en las semanas recientes que han coincidido con el mes sagrado islámico del Ramadán. Parece probable que la próxima semana haya más agitación.
Las tensiones se han incrementado en las semanas pasadas en Jerusalén oriental, una zona que reclaman tanto Israel como los palestinos. Al comenzar el Ramadán, las autoridades israelíes bloquearon un popular sitio donde los palestinos suelen reunirse al concluir su ayuno de todo el día. La medida devino en dos semanas de enfrentamientos antes de que Israel levantara las restricciones.
Pero en los días recientes, los enfrentamientos se han reanudado debido a la amenaza de Israel de expulsar a docenas de palestinos del vecindario Jeque Jarrah de Jerusalén oriental, los cuales libran una prolongada disputa jurídica con israelíes que intentan adquirir propiedades en el sector.
Estados Unidos señaló que le preocupa profundamente el incremento de las tensiones y exhortó a las partes a trabajar para distenderlas. También manifestó preocupación por la amenaza de los desahucios.
Es crucial evitar medidas unilaterales que exacerbarían las tensiones o que nos alejen más de la paz. Y esto incluiría desahucios, el establecimiento de asentamientos y la demolición de viviendas, expresó Jalina Porter, portavoz del Departamento de Estado, a la prensa en Washington.
El complejo de la mezquita Al-Aqsa es el tercer sitio más sagrado del islam. Es también el lugar más sagrado para los judíos, al que llaman el Monte del Templo y lo veneran como el sitio donde estuvieron los templos bíblicos. Desde hace mucho tiempo ha sido punto de ignición para hechos de violencia entre israelíes y palestinos, y en 2000 fue el epicentro de la intifada (revuelta) palestina.
Redacción/El Nacional