India superó por primera vez la barrera de las 4 mil muertes diarias, un nuevo récord para este país azotado por una segunda ola que no deja de crecer y que registró también más de 400 mil contagios en la última jornada.
Con 4 mil 187 fallecidos en las últimas 24 horas, el número total de muertes desde el inicio de la pandemia asciende ya a 238 mil 270, lo que mantiene a la India como el tercer país con más muertes solo por detrás de Estados Unidos y Brasil, según datos del Ministerio de Salud indio y la Universidad Johns Hopkins.
Además, con 401 mil 78 nuevos contagios, unos 13 mil 100 menos que el día previo, las infecciones en India se situaron en 21.8 millones, superada solo por Estados Unidos con 32.6 millones, un ritmo imparable en el país asiático que ha registrado más de 400 mil nuevos casos durante los últimos tres días.
El nuevo máximo de más de 4 mil muertes diarias en la India contrasta con la situación en el país hace tan solo un mes, cuando a pesar de que ya empezaba a sentirse esta segunda ola, se registraban menos de 800 fallecidos diarios, un cambio mayor si se compara con hace dos meses, cuando el número de decesos no superaba los 80.
Entre las regiones indias más afectadas se mantiene la occidental Maharashtra, cuya capital es Bombay, que aunque llegó a superar el millar de fallecidos a finales de abril, registró 898 en las últimas 24 horas, a la que le sigue la meridional Karnataka, con 592 muertes, y la norteña Uttar Pradesh, con 371.
Nueva Delhi, con 341 muertes en la última jornada, también está padeciendo una cruenta segunda ola que ha visto cómo colapsaba el sistema sanitario, con infectados por coronavirus que no podían ser admitidos en hospitales por falta de camas o pacientes que morían asfixiados por escasez de oxígeno médico en los centros.
En los crematorios capitalinos el ritmo de incineración en las piras funerarias propias de la tradición hindú es constante, con la llegada repetida de ambulancias con cadáveres, mientras las familias esperan su turno con un carro lleno de leña para despedir en algún espacio que pueda quedar libre a su ser querido.