Entre decenas de personas que se movilizan por Medellín, Colombia, Joseph David Carvajal Tubercha grita desde la semana pasada al unísono: “Fuera Duque”.
Él, igual que miles de colombianos, pide que se elimine de raíz la reforma tributaria y que el presidente Iván Duque renuncie. Pero, en la lucha por esas demandas, la violencia ha sacudido al país sudamericano, con un saldo, hasta hoy, de al menos 26 muertos y casi 900 lesionados, de acuerdo con cifras de la Defensoría del Pueblo.
Además, hay denuncias de desaparecidos. “Le tenemos más miedo al gobierno que al virus”, dijo Joseph Carvajal, quien ha sido testigo del uso excesivo de la fuerza por parte de soldados.
“En la protesta del miércoles, seis de mis amigos desaparecieron, los soldados lanzaron granadas de fragmentación, con clavos grandes y se llevaron a varias personas”, afirmó Joseph.
Uno de sus compañeros perdió un ojo tras el impacto de uno de esos clavos.
El joven, de 18 años y quien participa en la organización de las manifestaciones en Medellín, contó a este diario que las publicaciones que quieren hacer en redes sociales sobre la reforma tributaria o sobre los hechos de violencia son eliminadas de inmediato.
“Nos están incomunicando. Constantemente me aparece que iniciaron sesión en mis redes desde otro dispositivo. Estamos seguros que es así que conocen la ruta que seguiremos y mandan a los soldados para reventar las protestas pacíficas”, dijo.
“En Cali (ciudad con los mayores episodios de violencia) los están matando, les disparan con balas reales y dicen que usan de goma, pero no es así”, dijo.
Agregó que los militares se infiltran en las protestas. “Vestidos de civil, retienen a compañeros, les revisan sus bolsillos y les quitan sus celulares”.
Las movilizaciones iniciaron en respuesta a la iniciativa de reforma tributaria anunciada por la administración de Duque los primeros días de abril y que plantea gravar con IVA los servicios públicos de algunos estratos de la población, la mayoría de clase media, contempla la creación de un fondo para combatir el cambio climático y un impuesto para los plásticos de un solo uso.
El movimiento pide mayor seguridad, mejores servicios de salud y educativos, así como el alto a la violencia policial.
Los disturbios comienzan por las fuerzas armadas, aseguró Joseph.
También afirmó que varios de los detenidos son llevados a casas donde los gasean y encierran en jaulas: “Tenemos videos de eso”.
Desconfían incluso del personal de salud. “Nos da miedo montar a los heridos en las ambulancias, porque desaparecen”, alertó.
Dijo que la situación no cederá si no se cumplen sus demandas y consideró que la tensión puede escalar.
Con lágrimas, Joseph hizo un llamado a la comunidad internacional. “Que la ONU intervenga, que otras naciones se den cuenta de que Duque entregó a Medellín a las fuerzas paramilitares”, lanzó.