Científicos marinos de la Universidad de California, campus San Diego, hallaron lo que, consideraron, podrían ser hasta 25 mil barriles con DDT en las costas del sur del estado, cerca de la isla de Santa Catalina, lugar donde se sospechaba que había un vertedero submarino de desechos tóxicos desde la Segunda Guerra Mundial. Investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía capturaron las imágenes de 27 mil 345 objetos con forma de barril.

Mapearon más de 14 mil 500 hectáreas (36 mil 000 acres) de lecho marino entre la isla de Santa Catalina y la costa de Los Ángeles, en una región en la cual se habían descubierto previamente elevados niveles de la sustancia tóxica en sedimentos y en el ecosistema. Bitácoras navales históricas muestran que compañías industriales del sur de California utilizaron la cuenca como vertedero hasta 1972, cuando se promulgó la Ley de Protección, Investigación y Santuario Marino, indicó el Instituto Scripps.

La ubicación exacta y la magnitud del vertido eran desconocidas hasta ahora. El territorio que abarca fue “alarmante”, dijo Eric Terrill, científico a cargo de la expedición y director del Laboratorio de Física Marina del Instituto Scripps de Oceanografía. “Realmente sorprendió a todos los que han trabajado con estos datos y que han navegado en el mar”, dijo a los reporteros.

El estudio provee de un “mapa de una extensa zona” de barriles, aunque dependerá de otros confirmar, mediante el muestreo de sedimentos, que contienen DDT, dijo Terrill. Aún se desconoce el impacto a largo plazo en la vida marina y en el ser humano, dijo la oceanógrafa química y profesora en ciencias de la Tierra de Scripps, Lihini Aluwihare, quien en 2015 fue coautora de un estudio en el que se encontraron elevadas cantidades de DDT y otras sustancias químicas de fabricación humana en la grasa de delfines nariz de botella que murieron por causas naturales.

“Estos resultados también generan dudas sobre la exposición continua y el posible impacto en la salud de los mamíferos marinos, especialmente después de que se ha demostrado que el DDT tiene un impacto multigeneracional en el ser humano”, dijo Aluwihare, quien no fue parte de la expedición. “La manera en que esta enorme cantidad de DDT en los sedimentos ha sido transformada por las comunidades en el lecho marino con el paso del tiempo y la manera en que el DDT y sus productos degradados ingresan a la cadena alimenticia marina son preguntas que seguirán siendo analizadas”.

Los científicos realizaron el estudio entre el 10 y el 24 de marzo después de que el diario Los Angeles Times publicó un reporte el año pasado sobre evidencia de que se había vertido DDT en las costas de Catalina.​