Guillermo Lasso, el vencedor de los comicios presidenciales de este domingo en Ecuador, es un exbanquero que ha abogado por la “unidad” y el “diálogo” entre todos los ecuatorianos como fórmula para resolver los graves problemas que aquejan a su país, agravados por la pandemia del coronavirus.

De 65 años, ha conseguido llegar a la Presidencia en su tercer intento, tras imponerse en un dramático escrutinio por un margen de cinco puntos a su rival correísta Andrés Arauz, dando un giro a la política de un país que no veía un Gobierno derechista desde antes de 2003.

Líder del movimiento centroderechista Creando Oportunidades (CREO), que fundó en 2012, sostiene que los esquemas de izquierda y derecha “han perdido vigencia globalmente”, si bien llegó a estas elecciones aliado con el derechista Partido Social Cristiano.

Pero se ha hecho con el poder con la propuesta de lograr un crecimiento económico con justicia social y volcándose a un centro político que le ha sido fundamental para ganar aliados impensables.

Lasso había pasado a la segunda vuelta tras obtener el 19.74 % de los votos en los comicios del 7 de febrero, en los que Arauz logró aventajarle por más de 12 puntos, lo que en principio lo posicionaba en desventaja.

Redacción/El Nacional