Cientos de migrantes que permanecen al raso en el destruido campo de Lipa, en el noroeste bosnio, protestan por cuarto día consecutivo con una huelga de hambre para denunciar su situación de abandono en medio del invierno.

El secretario de la Cruz Roja de Bihac (noroeste), Selam Midzic, declaró que le preocupa la huelga por la salud de los migrantes en Lipa, donde carecen de electricidad y agua corriente en medio de la pandemia.

Eso podría causar diferentes enfermedades en el campo. Lo que ocurre no es bueno para los migrantes agotados por el hambre y eso es uno de los mayores problemas ahora”, dijo Midzic al portal bosnio Faktor.

La activista humanitaria Zahida Bihorac Odobasic declaró este lunes a Efe que se trata de “una catástrofe humanitaria de la que todos son responsables”.

Criticó a la Organización Internacional de Migraciones (OIM), que se retiró de Lipa el pasado 23 de diciembre, y las autoridades locales por la mala gestión de la crisis.

Unos 900 migrantes permanecen al raso en el campo provisional de Lipa desde que fuera destruido en un incendio hace diez días.

Redacción/El Nacional