En el puerto de Acapulco, Guerrero, las calles han comenzado a mostrar un poco de esperanza, solidaridad y amor, después de que más de 500 personas de bajos recursos pudieron disfrutar de una cena de fin de año.

A pesar de que el destino turístico más importante de México ha sufrido uno de los peores años luego de que su economía se paralizara a finales del primer trimestre por la emergencia del COVID-19, la sociedad dio este fin de año una muestra de solidaridad.

Lo hacemos para la gente que menos tiene y más vulnerable a esta situación que estamos viviendo (pandemia) y que de alguna manera puedan despedir el año que ha sido muy complicado”, dijo René Ramírez, director del hotel.

La cena de fin de año consistirá de medio litro de pozole por persona, platillo típico de la región que se crea mediante un caldo con granos de maíz y carnes como pollo y puerco.

Además las familias también podrán disfrutar de un pollo relleno, ya que esta causa ha tenido mucha aceptación por lo que la sociedad regaló al hotel pollos enteros y cabezas de puerco para la comida.

Es una bendición para todos que nos están regalando y les damos gracias, porque a veces uno no tiene para pasarla y somos 5 personas y gracias a Dios ya llevo la cena”, comentó Karina, una de las afectadas en esta pandemia después de que su esposo se quedara sin trabajo.

La iniciativa de regalar comida a personas de bajos recursos inició en marzo, después de que el hotel cerrara operaciones en el puerto.

Redacción/El Nacional