El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habló por teléfono el sábado con el mandatario electo estadounidense, Joe Biden, cinco días después de enviarle una carta de felicitación un tanto moderada.

“Reafirmamos nuestro compromiso de trabajar juntos por el bienestar de nuestros pueblos y naciones”, escribió López Obrador en sus cuentas de redes sociales.

La charla trató sobre inmigración, según indicó el equipo de transición de Biden, al parecer con énfasis en un tema que ha defendido López Obrador: desarrollar empleos y oportunidades para que la gente no tenga que emigrar.

“El presidente electo hizo hincapié en la necesidad de reforzar la cooperación entre México y Estados Unidos para garantizar una migración segura y ordenada, contener el COVID-19, revitalizar las economías de Norteamérica y asegurar nuestra frontera común”, dijo en un comunicado el equipo de transición de Biden.”Los dos líderes expresaron un deseo compartido de abordar las causas de la emigración en El salvador, Guatemala, Honduras y el sur de México, y de construir un futuro con más oportunidades y seguridad para la región”, añadió el comunicado. “Hablaron de trabajar juntos en una nueva estrategia ante la migración regional que ofrezca alternativas a emprender el peligroso viaje a Estados Unidos”.

Biden también prometió “construir la infraestructura y capacidad regional y de fronteras necesaria para facilitar una nueva estrategia migratoria ordenada y humana, que respete las normas internacionales sobre el tratamiento de las peticiones de asilo”.

En este momento, la política de “permanencia en México” instaurada por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, implica que miles de personas llegadas de Centroamérica y otros lugares tienen que esperar en campamentos, a menudo precarios, en el norte de México a que lleguen sus citas judiciales sobre asilo.

López Obrador y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, finalmente felicitaron a Biden una vez que el Colegio Electoral de Estados Unidos confirmó oficialmente la victoria.

Ambos fueron los últimos gobernantes latinoamericanos en enviar sus felicitaciones. López Obrador y Bolsonaro eran vistos como mandatarios amistosos a Trump.