El cardenal George Pell, extesorero del Vaticano, indicó que el Estado más pequeño del mundo corre el riesgo de “quebrar” lentamente a menos que controle los crecientes déficits.
Se mostró esperanzado en que su sucesor en el cargo se libre de la resistencia a la reforma que, según dijo, le frustró.
Pell, de 79 años, fue absuelto de cargos de abuso sexual en su Australia natal en abril. Su libro ‘Prison Journal’, publicado este mes, relata sus 13 meses en confinamiento solitario en celdas diminutas después de uno de los juicios más divisivos en la historia del país.
En una entrevista de 90 minutos en su departamento de Roma, situado frente a una puerta del Vaticano, Pell habló de sus momentos más oscuros, cómo su fe le impidió caer en la desesperación, el daño que causó el escándalo de abuso sexual a la Iglesia y la situación actual del Vaticano.
“Mire, estuvo mal, no fue como una vacación, pero no quiero exagerar lo difícil que fue. Pero hubo muchos momentos oscuros“, dijo a última hora del lunes, vestido con un traje negro de clérigo con una cruz plateada colgada del cuello.
Los crecientes déficits del Vaticano (se espera que el de 2020 supere los 50 millones de euros) y un déficit inminente de cientos de millones de euros en su fondo de pensiones auguran posibles problemas futuros.
“No puedes seguir así por siempre. Lo único que deseo es que la gente se enfrente a la situación de manera muy lúcida“, agregó Pell.