La Chía es una planta que se da en Centroamérica y ha ido creando una gran fama por los numerosos beneficios que aporta a la salud humana, pero algo que desconocen sus consumidores es que la Chía puede absorber y expandir veintisiete veces su peso en agua, es por eso que los pacientes con antecedentes de problemas en la deglución de alimentos o el mal conocido como reflujo no deben de tomarse a la ligera el consumo de este producto.
Esta semilla ha alcanzado su mayor grado de popularidad debido a su acción expansiva permite sentir saciedad durante horas ayudando a la pérdida de peso.
Si el esófago ya se ha atascado con las semillas, la extracción de estas puede ser muy complicada y sería necesaria la intervención de herramientas de extracción endoscópica.
Es por eso que las semillas de Chía nunca deben ser ingeridas en seco, puesto que cuando se expanden se pueden atorar en el esófago.
La Chía se debe de consumir solamente hasta que se ha remojado lo suficiente para provocar la expansión total de la semilla y evitar así que esta se expanda dentro del esófago causando así un atasco en él.
En México la Chía es consumida en conjunto con alimentos y aguas frescas, puesto que se considera que esta semilla brinda una gran cantidad de energía, fuerza y resistencia; además, ayuda a regular los niveles de azúcar.
La semilla de chía contiene muchas propiedades, tales como: proteínas, calcio, boro (mineral que ayuda a fijar el calcio de los huesos), potasio, hierro, ácidos grasos como omega 3, antioxidantes y también oligoelementos tales como el magnesio, manganeso, cobre, zinc y vitaminas como la niacina.
También si estás tomando medicamentos contra la hipertensión, debes evitar el consumo de chía, ya que este alimento tiene el efecto de bajar la pr