El papa Francisco culpó a “esta señora llamada COVID” por obligarlo a volver a mantener la distancia con los fieles durante su audiencia general semanal, que fue mucho más reducida de lo habitual por el aumento de los contagios de coronavirus en Italia.

El papa volvió a aparecer sin mascarilla, incluso al saludar a unos pocos sacerdotes, que tampoco la llevaban, al final del acto. Aunque los prelados sí llevaron cubrebocas durante la hora que duró la audiencia, se lo quitaron cuando hicieron fila para estrechar la mano del pontífice y hablar brevemente con él.

El miembro clave de la comisión de respuesta al COVID-19 creada por el papa, Augusto Zampini, indicó el martes que a sus 83 años y sin parte de un pulmón por una enfermedad en su juventud, Francisco tendría mucho riesgo de padecer complicaciones si se contagiase. El funcionario vaticano dijo que esperaba que usase mascarilla al saludar a la gente en la audiencia general.

El pontífice ha sido visto con mascarilla en público en solo dos ocasiones: el 9 de septiembre a su entrada y salida de la audiencia general, y la semana, pasada durante un servicio interreligioso de dos horas en el centro de Roma.

Y eso va en contra de todas las precauciones que necesitamos ante esta señora llamada COVID, que nos hace tanto daño“, señaló el papa desde el escenario del auditorio del Vaticano.

Por este motivo, por favor discúlpenme que no baje a saludarlos. Los saludo desde aquí y los llevo en mi corazón y, por favor, ténganme en su corazón y recen por mí“, añadió.

Redacción/El Nacional