El parlamento de Israel aprobó el miércoles una ley que permitiría al gobierno limitar las protestas públicas durante la cuarentena impuesta en todo el país por el coronavirus, una medida que enfrentó una feroz oposición en la víspera.
La nueva norma permite que el gobierno declare un estado de emergencia especial durante una semana si el coronavirus se propaga sin control. Si se activa este recurso, el ejecutivo podría limitar la participación en asambleas, incluyendo las protestas, a un kilómetro (0,6 millas) de la vivienda del participante, frenando de facto las grandes movilizaciones semanales ante la casa del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
El Knesset aprobó el proyecto de ley por 46 votos a favor y 38 en contra en una sesión que se prolongó hasta la madrugada.
La medida está considerada ampliamente como un intento de sofocar las protestas contra el dirigente que, desde hace meses, reúnen a miles de personas cada fin de semana en el exterior de su residencia oficial.
Son las movilizaciones continuadas más largas contra Netanyahu en casi una década: reclaman su dimisión mientras se le juzga por corrupción y lo acusan de mala gestión en la crisis del coronavirus.
Netanyahu ha dicho que las protestas deben terminar por motivos de salud pública, pero los manifestantes alegan que está empleando la pandemia para callarlos.
Antes este mes, Israel declaró su segundo confinamiento nacional, y la semana pasada endureció aún más las restricciones mientras trata de frenar uno de los brotes más graves del mundo. Las escuelas, los centros comerciales, los restaurantes y cientos de negocios más están cerrados.