Redacción/El Nacional
Escuchar su nombre, su país y subirse al podio, bandera en mano, para recibir la medalla de bronce es una experiencia “hasta cierto punto indescriptible” asegura Alfonso Santacruz, recién egresado del bachillerato internacional en el Centro de Investigación y Desarrollo en Educación Bilingüe (CIDEB) de la UANL.
“El examen experimental me gustó mucho, uno era encontrar las dimensiones de un modelo del ADN a través de la difracción de un rayo láser y el otro era encontrar unas propiedades muy características del agua cuando le reflejabas un láser.
“El teórico fue primero sobre distribución de energía en una celda solar, luego vimos principio extremal y principio de mínima acción que son temas poco vistos incluso en la olimpiada y el último era sobre un reactor nuclear y el decaimiento de unos neutrinos; pero disfruté mucho todos los problemas y esa convivencia con amigos de muchos países”.
Alfonso tiene claro su futuro: quiere ser físico y llegar a hacer un doctorado en física de altas energías o nanotecnología.
“Me gusta mucho programar, me gustaría crear robots, crear máquinas, crear fuentes renovables de energía a través de los materiales y la física de altas energías. El uso de la energía es importante para todas las sociedades, siento que hay formas más eficientes de lograrla y quiero estar involucrado cuando esto suceda”.
Relató que aunque hubo adversidades personales en el camino, hoy siente que lo ayudó la convicción de beneficiar a los demás a partir de la ciencia.
“Mi mayor sueño es usar el conocimiento para crear cosas que al final sirvan a las personas, porque el conocimiento no debe de quedarse en un premio, en una competencia o un juego, tenemos que extrapolar las dudas, las pasiones y llevarlas a la investigación, a la creación de tecnologías”.
Desde que estaba en segundo año de la Secundaria No. 24 “Guillermo Prieto”, Alfonso fue aconsejado por su maestro de física, Ángel Alcalá, para que pusiera la vista en las competencias de la especialidad.
“Fui a la prepa 7 a tomar unos cursos y luego empecé a prepararme con el profe Lara”, recuerda Santacruz.
Alejandro Lara Neave, delegado de la Olimpiada de Física en Nuevo León y maestro de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la UANL lo integró entonces al grupo de talentos.
“Nosotros hacemos el concurso para el nivel de secundaria con la finalidad de ir detectando las capacidades de los alumnos. Es un trabajo intenso, los estudiantes de prepa ya van teniendo un nivel equivalente al de alumnos de sexto o séptimo semestre de licenciatura”, explicó el maestro Lara Neave, quien formó parte de la delegación mexicana a la India.
Agregó que para la etapa internacional se ven temas hasta de mecánica cuántica y relatividad, además de óptica y otros elementos de ciencia básica.
“Es de las olimpiadas más difíciles a nivel mundial; compiten con jóvenes que vienen fuertes de países como China, Vietnam, Irán, Rusia, Estados Unidos, por eso este es un resultado que nos enorgullece”, finalizó Alejandro Lara.
A Alfonso Santacruz le queda no sólo en aprendizaje científico y académico.
“Estuve con personas de Brasil, El Salvador, Cuba, Costa Rica, Reino Unido, Rumania; me llevé bien con los guías de la India que nos llevaron a conocer lugares, con los sudafricanos, gente de Indonesia, con los japoneses y taiwaneses. Conocer sus mundos y ver cómo se esfuerzan por salir adelante y romper los paradigmas que hay en sus culturas, me confirma mi meta de contribuir a mejorar este país que amo y que tiene muchas cosas que me gustaría cambiar”, finalizó Alfonso Santacruz.
La 46 Olimpiada Internacional de Física reunió a 391 estudiantes de 84 países del mundo en una celebración a la ciencia y el conocimiento.
Alfonso Santacruz García es el primer estudiante de la UANL y tercer nuevoleonés en brindar a México una medalla de bronce, presea que representa hasta el momento el más alto logro obtenido por competidores connacionales. La mejor participación de la delegación mexicana en este certamen ha sido en Tailandia 2011, con cuatro medallas de bronce.