Redacción/ El Nacional

El pre-candidato a la presidencia de los Estados Unidos de América, Donald Trump, califica a las mujeres que no le gustan como “cerdas gordas”,  “perras” y “animales desagradables”.

Ya cuestionado en el pasado por sus comentarios denigrantes, ahora desató una guerra feroz contra las damas que desconcierta hasta su propio partido. Hoy mismo le retiraron una invitación a una reunión de un grupo conservador tras sugerir que la moderadora del debate televisado del jueves fue dura con él porque estaba menstruando.

En uno de los momentos más tensos de cara a cara entre los precandidatos del Partido Republicano del jueves, la moderadora Megyn Kelly le preguntó a Trump por qué calificaba así a las mujeres y si ese trato era digno de una persona que aspiraba a la presidencia. Visiblemente ofuscado, el magnate respondió que el problema de EE.UU. era que la gente era demasiado políticamente correcta y que si no le gustaba la respuesta, “lo lamento”, dijo.

Pero la cosa no paró allí,  porque tras el debate Trump,  siguió acusando a la moderadora de hacerle preguntas muy duras y no tuvo mejor idea que decir: “Podía ver cómo le salía sangre de sus ojos…Le salía sangre de su…donde sea”.

Estos comentarios enfurecieron a muchos, hasta el líder de una superconservadora organización que apoya al partido Republicano, Redstate Gathering, que lo “desinvitó” a una conferencia que Trump debía dar hoy. “No quiero tener en mi escenario a una persona que, a una pregunta hostil de una mujer, su primera inclinación es decir que fue hormonal. Está mal”, dijo el editor de Redstate.com, Erick Erickson, que señaló sin embargo que personalmente apreciaba al magnate. Trump le replicó que era “débil y patético” y dijo que era otro ejemplo de lo políticamente correcto.

Trump marcha primero entre los precandidatos presidenciales republicanos con varios puntos de ventaja sobre sus rivales como Jeb Bush. Pero esto seguramente dañará su campaña: nadie puede ganar un comicio sin el electorado femenino. Y encima el ganador republicano deberá competir con Hillary Clinton, que es favorita entre las mujeres.