Las autoridades bielorrusas, alentadas por el apoyo de Moscú, endurecieron el acoso a la oposición con el secuestro de su dirigente más carismática, María Kolésnikova, en paradero desconocido tras ser asaltada por unos desconocidos en Minsk.
Desconocidos secuestraron a la dirigente opositora bielorrusa María Kolésnikova. Acusan a las autoridades
Las autoridades practican el terror. Esto no se puede llamar de otra manera”, denunció la líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, que se considera ganadora de las elecciones presidenciales del pasado 9 agosto.
El objeto de las iras del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, son los miembros del Consejo Coordinador Opositor para el traspaso pacífico del poder, plataforma de diálogo reconocida por Occidente, pero hostigada por Minsk, que la considera anticonstitucional.
Acoso al Consejo Coordinador
Minsk no se había recuperado de las manifestaciones y detenciones masivas del fin de semana cuando una noticia se esparció como un reguero de pólvora: el secuestro de María Kolésnikova, destacado miembro del presídium del Consejo Coordinador.
Kolésnikova, de 38 años y representante del encarcelado exbanquero Víctor Babariko, que se perfilaba como el principal rival de Lukashenko en las elecciones antes de su detención, fue interceptada en el centro de Minsk por un grupo de enmascarados que la subieron a un microbús y fue llevada en dirección desconocida.
La Policía de Minsk inmediatamente declaró que no había sido detenida por sus agentes.
Kolésnikova es la única de las tres mujeres que se enfrentaron a Lukashenko que permanece en Bielorrusia. Tijanóvskaya se encuentra exiliada en Lituania y también Verónika Tsepkalo, que gestionaba la campaña de su esposo, Valeri Tsepkalo, ha tenido que abandonar el país, siguiendo los pasos de su marido.
En una reciente entrevista con EFE, Kolésnikova aseguró que no tenía miedo a que la detuvieran.
“Conozco demasiado bien los últimos 26 años de historia de Bielorrusia. Para mí fue una elección y un riesgo que tomé con todas las consecuencias. Pero el futuro de Bielorrusia merece luchar por él y sacrificar algunas comodidades. No lo lamento”, señaló.
El Consejo Coordinador también ha perdido la comunicación con dos otros miembros de su dirección –Antón Rodnenkov e Iván Kravtsov-, a los que sitúa en “paradero desconocido”.
El secuestro de María Kolésnikova, Antón Rodnenkov e Iván Kravtsov es un intento de impedir la labor del Consejo Coordinador e intimidar a sus miembros“, dijo Tijanóvskaya.
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, afirmó en un mensaje de su cuenta de Twitter que “detenciones arbitrarias y secuestros por motivos políticos en Bielorrusia (…) son inaceptables”.
“Las autoridades estatales deben dejar de intimidar a ciudadanos y violar sus propias leyes y obligaciones internacionales”, escribió.