La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) logró obtener una vacuna recombinante quimérica contra covid-19, por lo que ya alista las pruebas preclínicas en al menos 80 animales para probar que es segura y analizar si genera la respuesta inmunológica deseada. El proyecto es uno de los cuatro desarrollos que recibirá financiamiento a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, pero aún es insuficiente para continuar con los estudios de Fase clínica en humanos.
“Lo que tenemos es el diseño de la vacuna, la síntesis de los péptidos, la producción de la vacuna quimérica, ya hicimos las pruebas de reconocimiento de anticuerpos contra anticuerpos humanos, es decir, sabemos que los péptidos que estamos usando sí son reconocidos por seres humanos en su sistema inmune y en este momento estamos produciendo la vacuna ya a un nivel de un bioreactor y en cuanto tengamos los parámetros de producción adecuados, iniciaríamos las pruebas en animales”, señaló Teresa García Gasca, rectora de la UAQ.
El proyecto “consiste en generar una vacuna quimérica, que es una proteína sintetizada a partir de diferentes segmentos de la principal proteína del virus SARS CoV-2, la Spike, las espículas que tiene el virus para poder hacer contacto con las células humanas. De esa proteína Spike tomamos diferentes segmentos y hacemos una quimera”.
Por su parte, Juan Joel Mosqueda, investigador del Laboratorio de Inmunología y Vacunas de la Facultad de Ciencias Naturales de la UAQ y líder del proyecto, explicó que para producir una vacuna recombinante, los investigadores no utilizan el virus vivo, sino que trabajan con la secuencia genómica del SARS CoV-2, para reproducir las proteínas del virus de forma artificial en el laboratorio, por medio de bacterias.
“Se utilizan los genes del virus, se adaptan para que se inserten en una bacteria y éstas lo consideren como propio y comience a producir sus proteínas como si fueran de ella, al final cuando la bacteria produce muchas de estas proteínas del virus, se lisa la membrana de la bacteria, se sacan las proteínas, se purifican para que no contenga nada de la bacteria y de esta forma se pueda usar como vacuna”, indicó.
Para comprobar que la proteína reproducida de forma artificial tiene potencial de ser usada como vacuna, se lleva a cabo el reconocimiento de anticuerpos, por lo que los investigadores de la UAQ la expusieron a los sueros de personas recuperadas de covid-19 en diversos hospitales del estado.
“La gente que se había recuperado de SARS CoV-2 nos donó sus sueros y éstos los expusimos a estas proteínas artificiales, y fuimos seleccionando aquellas que fueron reconocidas por los sueros. Una vez que las identificamos, las ensamblamos en esta proteína quimérica y ahora estamos en la fase preclínica, estamos diseñando el experimento para probarla en modelos animales, para saber si es segura, si es inmunogénica, para saber si puede continuar a la siguiente fase que es la evaluación ya en personas”, indicó Mosqueda.
Redacción/El Nacional