El director Francisco Garduño informó que más de 1.000 funcionarios del Instituto Nacional de Migración de México han sido referidos a la oficina de asuntos internos u obligados a renunciar después de que fueron sorprendidos exigiendo sobornos o en otros actos de corrupción.

El gobierno actual ha colocado cámaras en las oficinas de migración, las cuales captaron algunos actos sorprendentes, incluyendo a funcionarios extorsionando a migrantes, agregó Garduño.

De acuerdo a la información, empleados de la agencia vendían formularios impresos en papel para concertar citas en las oficinas de inmigración cuando debían haber sido distribuidas gratuitamente, y algunos trabajadores solicitaban sobornos para aceptar solicitudes de visa o de otro tipo.

Otros recomendaban los servicios de asesores informales conocidos como “coyotes” que cobran por su labor, en lugar de que los funcionarios ayudaran a los migrantes a solucionar sus problemas.

Redacción/El Nacional