Para solicitar la reapertura de los gimnasios, representantes se manifestaron haciendo ejercicio al exterior del Palacio de Gobierno, donde reiteraron que estos negocios son esenciales para la salud de la población.
De acuerdo con los protestantes ya pasaron cien días desde que cerca de 3 mil negocios de activación fueron cerrados por orden gubernamental, a causa del COVID-19.
El presidente de la Asociación de Gimnasios Unidos de Nuevo León, Daniel López, dijo que el mantener el cierre de estos lugares provoca el sedentarismo, el cual trae consigo enfermedades como diabetes, hipertensión, entre otras, mismas que son las principales comorbilidades que han presentado las víctimas mortales del COVID-19 en Nuevo León.
Agregó que también el no abrir los gimnasios ha provocado la perdida de al menos 50 millones de pesos para la economía local, así como también contribuye al desempleo, ya que al no poder operar, los trabajadores están dejando de obtener ingresos.
Por esta razón, solicitan al Gobierno del Estado solidarizarse con ellos y permitirles volver a trabajar pues tienen familia por las que tienen que ver.