Las protestas contra la violencia policial hacia los afroamericanos se han ido reduciendo en Estados Unidos con un menor número de asistentes.
Este jueves, cientos de personas se concentraron en Seattle frente al legislativo estatal con pancartas con el lema “Black Lives Matter”, mientras algunos activistas repartían comida entre los asistentes, según el diario The Seattle Times.
Desde el lunes, los manifestantes han ocupado el área y la han bautizado como “zona autónoma de Capitol Hill“, un lugar donde la policía está prohibida, la comida es gratis y por la noche se proyectan documentales.