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Redacción | El Nacional

Tras realizar tres ensayos clínicos, especialistas obtuvieron como resultado que el ejercicio regular podría ser la mejor medicina para las personas mayores que se enfrentan al inicio de la demencia.

Asimismo, la actividad física mejoró el estado de ánimo, la memoria y la capacidad de pensar en los participantes de los tres estudios.

Además se encontró que el ejercicio aeróbico intenso mejoro el flujo sanguíneo en áreas clave del cerebro, y reduce los nudos de proteína tau que son característicos de la enfermedad de Alzheimer. El Alzheimer es la forma más común de demencia.

“El flujo sanguíneo se reduce en esas áreas a medida que envejecemos, pero el ejercicio lo aumentó”, dijo, Laura Baker, neurocientífica cognitiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte.

“Me parece que estamos cambiando los efectos relacionados con el envejecimiento, y quizá estemos cambiando los efectos asociados con el Alzheimer, ambas cosas mediante el ejercicio”, añadió.

Las investigaciones anteriores han mostrado que el ejercicio puede mejorar la capacidad de pensamiento en los adultos sanos.

Por su parte, Heather Snyder, directora de operaciones médicas y científicas de la Asociación del Alzheimer, mencionó que los tres estudios ofrecen información sobre la vida con la enfermedad.

“El ejercicio físico otorga un beneficio potencial a las personas que viven ahora con Alzheimer”, dijo Snyder.

“Incluso si ya sufre un deterioro cognitivo, la actividad física sigue siendo beneficiosa”, concluyo.

Si una persona ya sufre de demencia, aún puede beneficiarse del ejercicio, pero es probable que necesite de alguien que guíe su calendario de ejercicios, añadió Baker.