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Redacción/El Nacional

El caso del niño Fernando Jonathan Valdez Anaya de tan sólo un año y dos meses de edad sigue en investigación debido a que la mala práctica quirúrgica de su médico asignado lo llevó a la pérdida total de la visión.

Esto sucedió debido a que el menor presentaba un tumor en el ojo izquierdo el cual era necesario extraerlo, esto a causa del tamaño del tumor y a la ubicación del mismo, pues no había manera de operar el globo ocular sin dañarlo de manera permanente.

Sin embargo el médico extrajo el ojo derecho, órgano que tenía un buen funcionamiento visual y no presentaba alteración alguna. El médico se defendió argumentando que el problema le había afectado ambos ojos o que el daño se alojaría posteriormente motivo por el cual se debía realizar tal acto.

El caso fue llevado ante las autoridades de la Procuraduría General de la República, siendo el cirujano acusado por negligencia médica. Las investigaciones iniciales están a cargo de la autoridad del hospital del IMSS, las cuales indagan el cumplimiento de los protocolos de atención médica del equipo de salud al mismo tiempo de encargarse de los términos legales de la institución.

El oftalmólogo se encuentra suspendido de sus labores profesionales mientras se realizan las investigaciones, además el caso ha sido trasladado a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos esperando encontrar la sanción idónea a las malas prácticas del médico.

Por el momento el menor ha regresado a su casa después de habérsele extraído su ojo izquierdo, ahora completamente sin visión el niño se enfrentará a quimioterapias para completar su tratamiento y así eliminar riesgos de posibles residuos del tumor en su cuerpo, mismas que deberá recibir en el hospital donde fue intervenido.