Ignorando las medidas de prevención por el COVID-19, reos de la prisión de Izalco se vieron obligados a unirse uno con otro luego que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenara el cierre de 24 horas de las cárceles que contienen miembros de pandillas.
El presidente Bukele dijo que sus líderes serían enviados a confinamiento solitario después de un repentino aumento de 22 homicidios el pasado viernes.
El presidente Bukele escribió en Twitter: “No hay contacto con el mundo exterior. Las tiendas permanecerán cerradas y todas las actividades se suspenderán hasta nuevo aviso”.
Además dijo que “el uso de la fuerza letal está autorizado” para los cuerpos de seguridad en defensa de sus vidas y de los ciudadanos ante el alza de los homicidios registrada desde el viernes y atribuida a las pandillas, acusadas de la mayoría de asesinatos cometidos en el país.
Añadió que “el Gobierno se encargará de la defensa legal de quienes sean injustamente acusados, por defender la vida de la gente honrada” e instó a la Fiscalía General de la República (FGR) a “procesar a los aliados de las pandillas” por “asociaciones terroristas” y “apología del terrorismo”.