“Si por mí fuera, seguiría drogándome”, reconoció la leyenda del boxeo mexicano Julio César Chávez, quien dejó su adicción al alcohol y las drogas gracias su familia.

“Fue un infierno para mí, fue algo muy difícil para mí, fue algo muy triste, muy difícil para mi familia. Hice sufrir a muchísima gente, lastimé a muchísima gente, sentí que me moría. Fue un proceso largo, un proceso muy complicado y muy difícil porque si por mí fuera, yo seguiría drogándome todavía pero afortunadamente gracias a Dios, gracias a esa perseverancia de mi señora Myriam (Escobar) quien tuvo el valor de meterme a una clínica sin mi consentimiento y también de mi hijo Julio pues pude salir adelante.

Redacción/El Nacional